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  • Foto del escritorLic. Mariano Andrieu

Deportes para la salud de la columna?

Actualizado: 31 ago 2019

Son la natación, el Yoga o Pilates la solución a los dolores de espalda?


Lic. Mariano Andrieu


A raíz del paralelismo que se traza en diversas publicaciones y en el saber popular acerca de la relación que existe entre ciertos deportes, disciplinas o actividades físicas y el concepto de salud de la columna, decido escribir este artículo a modo clarificador, después de 16 años de experiencia en la rehabilitación de la misma.

Conceptos como “la natación, el yoga, pilates, etc” son “buenos” para la columna, deberían ser ampliados para comprender cuál es el alcance “sanador” de estas actividades. Parto por afirmar que no existe terapia sin terapeuta. Esto significa aceptar una condición de enfermedad o dificultad en la cual debemos ponernos en manos de profesionales con la experiencia necesaria, para llevar a buen puerto el reencuentro con nuestra salud perdida.

Las actividades mencionadas antes no poseen un "halo sanador" sobre nuestras dolencias aunque varias de ellas comprenden ejercicios o movimientos que forman parte de las herramientas que usa el terapeuta.

Las actividades deportivas generalmente están relacionadas con algún objetivo de alcanzar o superar una meta y pocas veces abarcan la conciencia de una buena postura y en algunos casos, la fuerzan en busca de la estética del movimiento o la búsqueda de una potencia extra.

De hecho no somos educados en el sentir de una buena postura. Cada persona adopta a medida que va creciendo e influenciada por genética, mimetización familiar, actividad laboral, personalidad, etc una forma de sobrellevar su cuerpo durante la vida.

Esto en muchos casos hace que adoptemos posiciones fijas o dinámicas que se repiten y conllevan al desgaste por uso, de las articulaciones, ligamentos y músculos que las involucran.

Decir que “la natación” o “el yoga”, etc pueden solucionar este problema, por el solo hecho de practicarlos es una equivocación.

Por supuesto que existen actividades más agresivas que otras para practicar e incluso esto dentro del marco del momento de la vida de cada individuo. Sabemos que cuando somos jóvenes somos “de goma” y es muy difícil al momento, vivenciar los signos de lo que más adelante puede ser una dolencia.

De cualquier manera es asombrosa la cantidad de jóvenes que se acercan a la rehabilitación en estos días, producto de las nuevas tecnologías y la cantidad de tiempo que pasan en posiciones fijas, debilitando su estructura de sostén.

Respecto de la columna, solemos identificar a grosso modo dos grandes tipos de disbalance muscular que nos sirve para categorizar y arrancar con la rehabilitación. Preponderancias de fuerza en la cadena anterior y debilidad de la cadena posterior o viceversa.

Es allí donde comienza el trabajo del terapeuta, que por medio de ejercicios muy simples, enseña a distinguir al paciente por donde está pasando su movilidad y donde se está generando su dolor.

Una vez identificado se busca por medio de ejercicios de fortalecimiento y ejercicios de estiramiento, balancear esas tendencias y con la fuerza lograda, enseñarle al paciente a elegir su postura saludable y mantenerla.

Este proceso puede durar entre 1 y 3 meses dependiendo de la capacidad y sensibilidad de cada uno aunque lo ideal siempre es completar los 3 meses de trabajo. De esta manera, la persona se encuentra en condiciones de volver a practicar su disciplina preferida, ahora sabiendo, por donde puede moverse y dónde puede llegar a encontrarse nuevamente con el dolor.

Las actividades como la natación o el yoga están generalmente enseñados por especialistas en estas técnicas, pero que no tienen porque saber cómo tratar con un organismo que se encuentra con dificultades. Ellos enseñan a nadar, etc.

Incluso en este caso puntual, resulta muy difícil poder ver la postura lumbar de una persona que se desplaza en el agua,(que además se encuentra agitada), sin poder escucharnos, pueda modificar, estando flotando, sus cadenas musculares y continuar saludablemente.



Lordosis lumbar y rotacion en tecnica de Crawl, dos componentes combinados que acrecientan el dolor sobre todo en casos de una tendencia a la cadena anterior.

Con el yoga sucede que ante la alternancia de posturas extremas, existen algunas que otorgan gran alivio pero su antagonista genera la profundización del problema. De esta manera, para hacer una clase completa, estaremos alternando estímulos positivos y negativos lo que resulta siempre en algo negativo.

Alternancia de posturas antagonistas en el Yoga, otro factor de incremento de tensiones.

Esto es así porque generalmente las dolencias aparecen por la acumulación de tensión en una zona determinada, para cortar el flujo de movimiento sobre la misma. Aveces esa zona ya se encuentra dañada pero sin estas excesivas tensiones, el paciente no sentiría dolor, otras veces sirve como aviso, el cual, si no es tenido en cuenta, termina en una dolencia mayor.

Los ejercicios y posturas antagonistas al dolor genera alivio y una distensión, pero el organismo tiene memoria y cada vez que volvemos a provocarlo, esa memoria actúa y tiende a “desconfiar” de nosotros y si vuelve a la tensión, esta vez será más difícil poder “convencerlo” de que no lo vamos a volver a agredir.

Dicho todo esto, estoy de acuerdo en que hay actividades más recomendables que otras para encarar en pos de una salud completa, pero también existe la posibilidad de sanar una dolencia y volver a nuestra actividad preferida, esta vez en plena consciencia de nuestro bienestar y de esta forma, acercarnos más hacia una vida coherente en la que la salud no es una situación aleatoria, sino una condición natural que busca el organismo cada vez que hacemos lo correcto.


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