Habitualmente llegan a la rehabilitación pacientes que sufren diversos tipos de dolores
durante la noche o al levantarse. Entre los más comunes encontramos lumbalgias (dolor de cintura) y cervicalgias (dolor en cuello), muchas veces asociados a parestesias (adormecimiento) u hormigueo en los miembros correspondientes a cada zona de la columna.
A groso modo podría describirlos de la siguiente manera:
Zona lumbar
- Correspondiente a las 5 Vértebras Lumbares, Sacro y Coxis, comúnmente llamada “la
cintura” y muchas veces mal identificada en el saber popular como “la cadera”.
- Sintomatología: Dolores y/o parestesias en cintura, puntuales o en faja, glúteo/s, muslo/s, pierna/s y los más severos incluso alcanzando el pie.
Zona Cervical
- Correspondiente a las 7 Vértebras Cervicales comúnmente identificado como “el cuello”.
- Sintomatología: Dolores y/o parestesias en cuello, contracturas de trapecios, deltoides y ECM, adormecimiento de miembros superiores llegando incluso a la total pérdida de sensibilidad hasta la/s mano/s.
En todos estos casos me ha dado mucho resultado aplicar ciertas prácticas que a la vez
de ser muy sencillas, llegan a resolver el problema del sueño y hacer que la persona pueda enfrentar su rehabilitación con un plus de descanso.
La recomendación es no dejar de acudir a la consulta con el médico traumatólogo especialista en columna y luego a la rehabilitación, para poder re-educar, fortalecer y ajustar, aquellos disbalances que se comienzan a expresar y que de no ser tenidos en cuenta sólo tienden a agudizarse.
En el caso de los dolores lumbares y cervicales por la noche una buena estrategia es comenzar a observar y modificar la postura en la que dormimos. Es cierto que muchas veces podemos elegir cómo acomodarnos, pero que luego al estar dormidos, ya no tenemos conciencia de qué postura tomamos.
Lo cierto es que si durante la noche nos despertamos con dolor o simplemente nos despertamos, revisar nuevamente en que postura estamos nos va a ayudar acostumbrarnos a lo correcto, sobre todo teniendo en cuenta el posterior resultado que es despertarse sin dolor.
Dicho esto, para los dolores referidos a la zona lumbar, y apelando a las fotos 1 y 2 de ésta
publicación, la forma ideal de acomodarse es de costado. Si nos tomaran una foto desde el techo debería verse la postura como si estuviéramos sentados en una silla formando ángulos de 90 grados aproximadamente entre las piernas y los muslos y entre los muslos y el tronco,con una almohada o cojín entre las rodillas, que mantenga a estas en la misma línea sin superar una a la otra y por ende rotar la cintura, provocando torsiones en la zona afectada ( foto 3).
Asimismo la almohada correspondiente a la cabeza debe compensar la altura entre
el colchón y la oreja, no torciendo el cuello para arriba ni para abajo y con el mentón hacia la nuez, estirando las cervicales. Viendo la columna desde atrás debería conformar una línea recta.
La foto 4 nos muestra el error de llevar el cuello demasiado hacia atrás, produciendo compresiones cervicales que luego llevan a la patología anteriormente mencionada.
Seguramente estos detalles serán herramientas muy valiosas que le ayudarán a su pronta recuperación.
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